¿PODEMOS DECIR COSAS SIN HABLAR?

 El lunes día 6 de mayo, Carmen, la mamá de Omar, tuvo fiesta en su trabajo y decidió venir a visitarnos.

Al principio no la conocimos porque tenía maquillada la mitad de la cara, blanca, media boca muy grande roja y las pestañas de un ojo muy largas.

Además estaba vestida de manera inusual.

Ya habíamos visto pasar a esta señora “tan extraña” por la calle cuando estábamos en el recreo.

En realidad, Carmen quiso enseñarnos que nuestros gestos, hablan, igual que en los mimos.

Hablan nuestros ojos para decir que están asombrados, tristes, atemorizados... Habla nuestra boca, la frente, las manos, todo nuestro cuerpo.

Podemos saber cómo se sienten las personas aunque no nos hablen, sólo fijándonos en su expresión facial y gestual.

Otra cosa que nos regaló Carmen fue la importancia del silencio. En momentos silenciosos nos tranquilizamos, pensamos, trabajamos, decidimos y realizamos multitud de actividades muchísimo mejor que con ruido. 

Estuvimos muy atentos, sobre todo Omar, participamos en la actividad, lo pasamos muy bien y agradecemos a Carmen que nos dedicara un poquito de su día de descanso.

 Muchas gracias, Carmen.