JUGAMOS A SER...

Uno de los rincones favoritos de nuestros niños de 3 años, es el del juego simbólico. Este juego, también conocido como juego de imitación consiste fundamentalmente en simular situaciones adoptando diversos roles o papeles, es decir jugar a ser médicos, a ser mamás, a ser profesores, a ser superhéroes... 

Seguro que coincidiréis conmigo en que es el juego por excelencia de vuestros hijos, ya que les observareis muy a menudo inmersos en el mundo imaginario que genera estas situaciones.

Pues bien, sabed que es fundamental para el desarrollo cognitivo y emocional, porque no solo les aporta felicidad si no que también les ofrece la oportunidad de vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia.

Por tanto, los adultos debemos favorecer esta práctica. Es cierto que es una actividad que no exige mucha planificación por nuestra parte, puesto que son los propios niños los que la inician de manera espontánea. Nuestra función consiste fundamentalmente en ofrecerles espacios adecuados, material y tiempo para jugar tranquilamente. Todo ello, sin olvidar que el juego simbólico ayuda a comprender la realidad que les rodea, porque tal como reflejan las siguientes palabras de Albert Einstein "los juegos son la forma más elevada de la investigación".