El motivo de
esta entrada es explicar mi visón personal sobre lo que considero un aspecto
primordial en el modo de educar a los niños. Educar en el afecto, especialmente
en infantil viene fundamentado por la características propias de los pequeños,
ellos están explorando y conociendo el mundo que los rodea pero aún no son los
suficientemente autónomos para hacerlo individualmente, necesitan de los
adultos para que les guiemos en este proceso. Asimismo, están conformando su
personalidad y su autoestima, lo que les digamos y cómo se lo digamos les
afecta, y en ello se basan para elaborar su propio autoconcepto.
Sí, estoy de
acuerdo con las corrientes educativas que dicen que hay que tener en cuenta los
deseos e inquietudes de los niños, que hay que escucharles. Pero, en mi
opinión, hay que ponerle un poco de sentido común a este aspecto, los niños no
tienen la capacidad de saber lo que está bien y lo que está mal, nuevamente nos
necesitan para hacérselo saber. Somos seres sociales, no somos los únicos,
convivimos con otros que hay que respetar y considerar, por lo que enseñarles
las normas sociales es fundamental.
Bien, aquí
llega uno de los grandes dilemas que me planteo como maestra de infantil, como
inculcar todo esto en un clima de afecto y respeto, es un reto diario, que
seguro que como padres vosotros también os planteáis. En este sentido
destacaría lo siguiente:
1. Hacerles
participes de muestras de cariño
2. No
coartarles en la muestras de afecto hacia los demás.
3.
Ofrecerles espacios y momentos en los que expresar sus pensamientos,
sentimientos y emociones.
4. Reforzarles
positivamente cuando hacen algo bien con un beso, un abrazo, o con expresiones
como "muy bien", "lo has hecho fenomenal", "eres un campeón/a"...
5.
Reprenderles desde el afecto cuando lo hacen mal, en primer lugar explicándoles
porque está mal lo que han hecho y teniendo una consecuencia negativa como
dejarle un rato sin jugar o cambiarle de sitio. Sé que es difícil pero sería
conveniente evitar los gritos.
Para
terminar estas líneas, decir que soy consciente de lo complicado que es llevar
a cabo todo esto a cada momento, somos humanos y como tal no somos perfectos,
hacemos lo que podemos y eso es más que suficiente. Finalizo con las siguientes
palabras del Dalai Lama "casi todas las cosas buenas que suceden en el
mundo, nacen de una actitud de aprecio por los demás"